El fuego que se bendice y se va pasando de cirio en cirio...
La luz de Cristo...
Cristo resucitado presente...
En el pueblito de mis cuitas, de casas pequeñitas... todos participan...
La misa de la bendición del agua y el fuego es bellísima en muchos lugares de Bogotá...
a mi me me gusta es la de este colegio antigüo... allí de pequeña me desmayé...
¡Cuánto extraño este lugar cuando estoy lejos!
En este lugar me siento de nuevo conectada con todo lo esencial de mi vida:
el afecto, mi familia, mi tierra, mi país, la solidaridad
y sobre todo con lo mejor de mi Colombia del alma: ¡SU GENTE!
El sábado santo es el día que
más me gusta de la Semana Santa, es la celebración de la Vida y de la
Resurrección de Jesús, hay un lugar en este pueblito de mis cuitas donde la
noche, la luna, las estrellas, la fogata, los cirios, la luz y el agua se unen
para que una noche llena de devoción, fe, luz y alegría... colmen el corazón y
el espíritu de quienes están allí presentes, compartiendo y viviendo, la
renovación del espíritu, que no es otra cosa que salir con renovadas
fuerzas espirituales y materiales para afrontar el día a día que nos espera a
partir de este lunes nuevamente.
